Calderas de gas
Una caldera de gas es, por definición, un recipiente que calienta agua, en este caso, usando el gas como combustible.
La caldera, al quemar el gas, desprende unos gases de combustión que deben ser eliminados mediante algún tipo de conducto para eliminar los gases, normalmente un tubo que conecta con el exterior para evitar acumulación de gases y humos contaminantes.
Existen varios tipos de calderas de gas:
Según el tipo de caldera que escojamos podemos reducir el consumo de gas así como también reducir la cantidad de gases que desprendemos a la atmósfera.
Los precios de las calderas, vienen determinados en gran parte por la eficiencia de la caldera, de ahí las diferencias entre calderas de la misma marca, por ejemplo.
Si tienes que comprar una caldera, informáte antes de qué tipo de caldera es el más adecuado para tu casa. Dependerá de los metros cuadrados que tengas que calentar, el nivel de confort esperado, cuantas personas viven en la casa (es importante a la hora de saber la potencia para el agua caliente sanitaria por ejemplo, tanto para determinar el caudal como la capacidad calorífica).
No olvides mirar si existen algún tipo de plan renove para calderas en tu comunidad, impulsadas para acelerar el cambio de calderas convencionales a calderas más eficientes y menos contaminantes. Pueden permitirte un ahorro directo de hasta 200€, y además, luego tras la instalación de la nueva caldera notarás un descenso en el consumo de gas.
Si no estás seguro qué tipo de calefacción quieres para tu hogar, piensa en las ventajas que te ofrece la calefacción por gas. Es uno de los sistemas de calefacción más limpios y eficientes que existen, ya que al calentar las estancias a través de radiadores, no emiten ningún tipo de gas contaminante en la estancia en la que están instalados. Es una gran ventaja, ya que ofrece mayor seguridad que otros tipos de calefacción, como por ejemplo, el butano, las eléctricas,....